Me alegro de estar nuevamente con usted al llegar al final de esta semana, nuestro tema ha sido de la maldición a la bendición, espero que le ayude y le inspire.

Ayer expliqué que hay una causa tanto de las bendiciones como de las maldiciones, en cada caso la causa principal y básica es siempre simple, la de una bendición es: Escuchar y obedecer la voz de Dios; la de una maldición es: No oír y no obedecer la voz de Dios.Repetiré eso: La causa principal y básica es siempre simple, la de una bendición es: Escuchar y obedecer la voz de Dios; la de una maldición es: No oír y no obedecer la voz de Dios. Pero de estas causas principales surgen muchos tipos de comportamientos que son causas secundarias de las maldiciones, enumeraré algunas de esas causas que también mencioné ayer.Están en Deuteronomio 27 del 15 al 26 y las resumí en cuatro categorías principales:

Primero: La idolatría, dioses falsos y lo oculto.

Segundo: La deshonra de los padres.

Tercero: Relaciones sexuales ilícitas o no naturales

Cuarto: Injusticia hacia los débiles y desvalidos, y como ejemplo de esto último mencioné la práctica del aborto que es uno de los mejores ejemplos que hay de injusticia hacia los débiles y desvalidos y que inevitablemente lleva consigo una maldición.

Hoy hablaré acerca de algunas causas principales específicas de maldiciones reveladas en la Biblia, además de las que ya he compartido.Primero leeré en Jeremías 17, los versículos 5 y 6 que da la razón de una maldición que muchas personas aún cristianos no han notado y consecuentemente han caído bajo la maldición, esta es:

Así ha dicho Jehová:

“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.”

Le diré que esa descripción de la retama en el desierto es característica de una maldición, la bendición está a su alrededor, otros prosperan, otros son exitosos pero la persona con una maldición es como un retama en el desierto que nunca ve venir el bien.¿Cuál es la causa? … es bien simple, es confiar en el hombre y primero y primordialmente recuerde que usted es hombre, es confiar en uno mismo, hacer la carne nuestra fuerza o depender de nuestra habilidad natural, astucia, educación, lo que sea y al hacerlo nuestro corazón se aparta de Dios, eso trae una maldición.Esta es la razón por la que muchos cristianos y muchas iglesias han perdido su maldición, porque empezaron en la gracia de Dios, empezaron con bendición y fe sobrenatural, tenían conversiones sobrenaturales, poder sobrenatural para vencer el mal para vivir piadosamente pero se volvieron a la moral, a la organización, a la educación, humanas. Ninguna de esas cosas son malas, pero el confiar en alguna de ellas les trae, a cualquiera, sea un individuo, o a una iglesia la maldición de Dios.

Pablo habló acerca del mismo tema en Gálatas 3 del 1 al 3:

“!!Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?”

Esa es la esencia del problema: Empezar en el espíritu y en el nivel de la gracia y habilidad sobrenatural de Dios, pero volverse a depender de nuestros esfuerzos carnales, moralidad, educación, astucia, programa, finanzas, sea lo que sea.Si usted sigue las enseñanzas de Pablo en el capítulo 3, llegará a los versículos 13 y 14, al lugar que nos hemos referido muchas veces, donde habla de la maldición y de la bendición. Yo pienso que ese es un gran problema que tienen incontables organizaciones o denominaciones cristianas hoy, están bajo una maldición y no saben contra que están luchando o la causa de ella.

Y en Zacarías 5 del 1 al 4, el profeta tuvo una visión de un rollo que volaba con una maldición en ambos lados, la maldición en un lado era por hurto, la del otro lado era por perjurio y en su visión el profeta vio que este rollo entraba en las casas y tomaba su lugar y como resultado las casas se desintegraban, se podrían y se caían, eso es típico de lo que hace una maldición, simplemente destruye todo a su alrededor. Pero note las dos causas de las maldiciones, hurto y perjurio.

Luego en Malaquías el profeta habla de otra cosa que trae maldición a las personas, Malaquías 1:14:

“Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño promete y sacrifica a Jehová lo dañado.”

¿Cuál es la causa de la maldición allí, usted le ha prometido a Dios hacer algo, darle algo, pero luego se retracta de sus promesas y es tacaño con Dios, eso trae una maldición. Le diré querido amigo, no sea tacaño con Dios, cuando veo personas poniendo sumas miserables en las ofrendas de las iglesia, me duelo por ellas, con tacaños con Dios, traen una maldición sobre ellos mismos.Le diré esto muy suavemente: Dios no necesita propinas; si lo único que va a poner en las ofrendas es una propina, mejor no la ponga.

Malaquías vuelve a este tema en el capítulo 3 del 8 al 10:

“ ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.”

- ¿Qué trajo la maldición sobre ellos? … el ser tacaños con Dios, no dar a Dios las ofrendas que él merece, y ahora Malaquías les da el remedio:

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”

Allí está la antítesis, la causa de la avaricia con Dios, la causa de la bendición prometida es la generosidad, la liberalidad en dar a Dios. ¿Porqué hemos de negarnos la bendición? ¿Porqué hemos de estar bajo la maldición de la avaricia en nuestro trato con Dios? Cuando él nos ha prometido tan libremente su bendición si nos abrimos y somos generosos con él.

Ahora quiero darle un ejemplo de una maldición de un hombre que representaba a Dios, el hombre era Josué y declaró la maldición en Josué 6:26, después de la destrucción de la ciudad de Jericó pro parte de Israel esto es lo que Josué dijo:

“En aquel tiempo hizo Josué un juramento, diciendo: Maldito delante de Jehová el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de Jericó. Sobre su primogénito eche los cimientos de ella, y sobre su hijo menor asiente sus puertas.”

A la gente se le pudo haber olvidado esto, pasaron los siglos como unos 500 años después de la historia de Israel, un hombre de Bethel, hizo exactamente lo mismo contra lo que dictaba la maldición, reconstruyó Jericó.Esto es lo que dice de él 1 Reyes 16:34:

“En su tiempo – en el tiempo del rey Acab - Hiel de Bet-el reedificó a Jericó. A precio de la vida de Abiram su primogénito echó el cimiento, y a precio de la vida de Segub su hijo menor puso sus puertas, conforme a la palabra que Jehová había hablado por Josué hijo de Nun.”

Este hombre hizo a pesar de la maldición que Josué pronunció en el poder del Señor y reconstruyó Jericó pero le costó la vida de sus dos hijos, palabras pronunciadas 500 años antes tuvieron como consecuencia la muerte de esos dos jóvenes, ¿Se puede imaginar a usted a los doctores de ese tiempo tratando de analizar sus muertes? ¿Qué podrían descubrir? ¿Habrían entendido que era por las palabras pronunciadas por un siervo de Dios hacia 500 años? ¿Puede ver como a menudo luchamos con cosas en nuestra vida cuyas causas están en el pasado?

Un último ejemplo de una maldición es el caso de Jesús y la higuera, se acercó él a una higuera para buscar higos para comer, no encontró ninguno porque no era temporada de higos y dijo: Nunca jamás coma nadie fruto de ti.Eso fue todo lo que dijo, simplemente le habló al árbol, algunas personas pensarían que hablar a un árbol es una locura pero él le habló, pero le diré esto, él árbol sintió el impacto de lo que Jesús le dijo, porque más adelante en el pasaje dice: Y pasando por la mañana vieron los discípulos que la higuera se hubiera secado desde la raíz.Entonces Pedro acordándose le dijo a Jesús: Maestro mira, la higuera que maldijiste se ha secado.

Eso es poderoso! Jesús no le puso las manos a la higuera, no la cortó con un hacha, sino que el espíritu de Dios habló palabras cargadas de poder sobrenatural y dentro de las 24 horas esas palabras hicieron que se secara la higuera.

Ese es el poder tanto de las bendiciones como de las maldiciones, son palabras cargadas con poder sobrenatural y son la causa de muchas cosas que suceden en nuestras vidas.

Nuestro tiempo de hoy ha terminado, regresaré la próxima semana de lunes a viernes, a la misma hora, para continuar con este tema “De la maldición a la bendición”.Si usted se ha dado cuenta durante esta semana o sospecha que puede haber una maldición en su vida es muy importante que vuelva a sintonizar este programa porque la semana próxima explicaré de una manera muy clara y práctica cómo puede ser liberado de la maldición y entrar en la bendición; después de todo ¿Porqué ha de soportar una maldición cuando Dios ha dado la provisión para que goce de la bendición?

El anterior programa ha sido una presentación del ministerio internacional del Doctor Derek Prince, estamos plenamente seguros que este mensaje ha sido de grata bendición para su vida lo cual le invitamos a que nos escriba y nos de su testimonio, diríjase a la siguiente dirección: Ministerio de Derek Prince, Biobox 19502, Charlotte, Carolina del Norte 28219, Estados Unidos de América

Como
Compartir