De Maldicion A Bendicion (Parte 1)

Derek Prince
*Last Updated: diciembre de 2025
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Transcript
Me alegro de estar nuevamente con usted en el comienzo de otra semana, en la que estaré compartiendo más “Llaves para vivir con éxito”, llaves que Dios ha puesto en mis manos a través de muchos años de experiencia personal y de ministerio cristiano.
Si usted tiene cualquier problema que sea en su vida, hay un lugar y solo un lugar donde puede encontrar la provisión de Dios y la solución y ese es la cruz, por medio de lo que Jesús logró con su muerte en la cruz, toda provisión para usted, espiritual, física, material o para la eternidad ha sido dispuesta, no existe ninguna otra base para obtener la provisión de Dios es por medio de la cruz y la cruz solamente que usted se puede acercar a Dios para recibir sus provisiones y sus bendiciones.
Para poder lograrlo es necesario que usted entienda la naturaleza básica de lo que ocurrió cuando Jesús murió en la cruz, en ese punto un intercambio divinamente ordenado ocurrió, ordenado por Dios y anunciado muchos siglos antes por los profetas de Israel. El profeta Isaías en el capítulo 53, versículo 6 lo resume de esta manera
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino, más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”
Ese es el centro absoluto de todo lo que Dios tiene que ofrecernos, se debe completamente a la gracia de Dios, nosotros no tenemos ningún reclamo que hacerle, no lo podemos demandar de Dios, pero en su infinita gracia y misericordia Dios ordenó este intercambio, quiero decirlo sucintamente, Dios cargó en Jesús el pecado de todos nosotros. La palabra pecado también se puede traducir “rebelión”, nuestra rebelión, la rebelión de toda la raza adámica, maldita por el pecado cayó sobre Jesús por dirección divina, este es el lado negativo del intercambio, él lado positivo es que a cambio todo lo bueno que era suyo por su obediencia perfecta pueda ser nuestro.
Voy a simplificarlo cada día más, Dios cargó en Jesús todo lo malo que merecíamos para que a cambio pudiéramos recibir todo lo bueno que merecía Jesús.
Permítame destilarlo todavía más, lo malo cayó sobre Jesús para que pudiéramos recibir lo bueno, por supuesto que no podemos reclamar esto, todo se inicia en la gracia y misericordia de Dios, pero gracias a Dios, su gracia y misericordia han ordenado este intercambio y han hecho esta provisión.
Bien, dije que la palabra pecado o iniquidad se puede traducir como rebelión, he encontrado estudiando el Antiguo Testamento que esta palabra significa dos cosas que se relacionan entre sí: Primeramente significa la rebelión y todas las consecuencias malas y los juicios que vienen sobre la rebelión y así lo debemos entender en este contexto, Dios cargó sobre Jesús nuestra rebelión y él sufrió todas las consecuencias malas de nuestra rebelión que por justicia debieron caer sobre nosotros. Y desde cualquier aspecto que veamos la cruz podemos ver este intercambio divinamente ordenado, lo malo cayendo sobre Jesús para que lo bueno se nos fuese ofrecido.
Voy a darle algunos de los aspectos de este intercambio en términos sencillos:
Jesús fue castigado para que pudiésemos ser perdonados, él padeció el juicio que merecía nuestra rebelión, el castigo, la paga del pecado es muerte, Jesús fue castigado para que pudiésemos ser perdonados. Y en el aspecto físico Jesús fue herido físicamente para que pudiésemos ser físicamente sanados, las escrituras enfatizan esto constantemente, por sus llagas fuimos nosotros sanados, ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. 1 Pedro 2:24 dice de Jesús “Por cuya herida fuisteis sanados” ese es el intercambio, Jesús sufrió heridas físicas para que nosotros pudiésemos ser sanados físicamente. Cuantos cristianos necesitan oír eso, que sus necesidades fueron provistas por los sufrimientos de Jesús en su cuerpo en la cruz. Y también dice en las escrituras,
Jesús fue hecho pecado para que nosotros fuésemos hechos justicia 2 Corintios 5:21 dice:
“Al que no conoció pecado por nosotros lo hizo pecado para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
Note que no es nuestra justicia sino la justicia de Dios.
También dice en Hebreos 2:8 que Jesús por la gracia de Dios gustó la muerte por nosotros, Jesús gustó nuestra muerte. ¿Dónde está el intercambio? … Para que nosotros pudiésemos compartir su vida eterna. También en la cruz Jesús padeció nuestra pobreza, colgó desnudo totalmente empobrecido, le quitaron todo, tomó nuestra pobreza para que pudiésemos compartir su abundancia. También en la cruz Jesús fue rechazado por Dios el Padre, Jesús clamó y no hubo respuesta del cielo y murió de un corazón herido, roto por el rechazo, pero por su rechazo nosotros tenemos aceptación del Padre. De manera que esa verdad surge cada vez, lo malo cayó sobre Jesús para que lo bueno pudiera sernos ofrecido.
En esta charla de hoy quiero tocar otro aspecto, uno que el Espíritu Santo me mostró soberanamente hace algún tiempo, no lo he encontrado en ningún libro ni lo he oído en ningún sermón, no obstante es algo que si podemos entender y aplicar tiene el potencial de revolucionar el curso entero de nuestras vidas, yo mismo he sido testigo del impacto que esta verdad produce tanto en el individuo como en las comunidades. Este aspecto del intercambio del que hablo y del que estaré hablando el resto de esta semana está descrito por Pablo en Gálatas 3:13 y 14 que dice.
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero, para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”
Pues bien, como en otros casos el intercambio es bien obvio, lo malo es la maldición, lo bueno es la bendición, Cristo fue hecho maldición en la cruz para que nosotros pudiéramos calificar y recibir la bendición.
Para entender esta provisión que Dios ha hecho por nosotros, es necesario entender la naturaleza de las bendiciones y de las maldiciones, si alguien no la entiende no puede aprovechar esta provisión, tanto la maldición como la bendición son temas importantes en las escrituras. La palabra bendecir o bendición ocurre 430 veces en la Biblia, la palabra maldición en sus formas variadas ocurre 160 veces; en otras palabras la Biblia tiene mucho que decir de las dos, ambas son absolutamente reales, tenemos que entender esto, tan real que Jesús tuvo que ser hecho una maldición para que pudiésemos ser redimidos de la maldición para recibir la bendición. Algunas personas se inclinan a pensar que las bendiciones son reales y no las maldiciones, eso es ilógico, cualquier par de opuestos que consideremos, si uno es real el otro lo tiene que ser, como día y noche y si el día es real la noche también; caliente y frío, si caliente es real, frio también; bueno y malo, si bueno es real, malo también; fuerte y débil, si la fuerza es real la debilidad también; no podemos enfocarnos en uno e ignorar el otro. Igual sucede con las maldiciones y las bendiciones, las bendiciones son reales y las maldiciones también.
En las charlas de esta semana y la entrante estaré abriendo este tema, la naturaleza de las bendiciones y las maldiciones, cómo operan, como reconocer si hay alguna maldición operando en su vida de la que necesita liberarse, la Biblia tiene mucho que enseñarnos en estas áreas, si seguimos ignorándolas serpa a gran costo personal, perderemos mucho de la provisión total que Dios ha hecho por nosotros por medio de la muerte sacrificial de Jesús en la cruz.
Yo viajo extensamente, ministro a congregaciones de muchos trasfondos diferentes, denominaciones, nacionalidades y encuentro en todas partes que la mayoría de las personas en el pueblo de Dios no saben la diferencia entre las maldiciones y las bendiciones. A menudo pregunto a personas cuando predico ¿Disfruta usted e las bendiciones o está sufriendo las maldiciones? …Muchos cristianos que debieran estar disfrutando las bendiciones están realmente sufriendo las maldiciones, por dos razones: Primeramente no saben la diferencia entre una maldición y una bendición. Segundo, si están bajo una maldición no entienden la base para ser liberados.
De esto tratan los temas que desarrollaré minuciosa y sistemáticamente en las charlas que siguen; pero nuestro tiempo de hoy terminó, regresaré mañana a la misma hora, mañana explicaré la naturaleza de las bendiciones y de las maldiciones y cómo operan.
Código: RP-R138-101-SPA