Amor Extravagante (Parte 2)

Derek Prince
*Last Updated: diciembre de 2025
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Transcript
Me alegro de estar nuevamente con usted para continuar con nuestro tema de esta semana “Amor extravagante”, un tema que lo llevará a una nueva dimensión en Dios, tanto al apreciarlo como al responder a él.
Dios es mucho más grande y poderoso de lo que usted y yo podamos imaginarnos y esto es particularmente cierto de su amor, la misma naturaleza de Dios es el amor; la palabra que he escogido para describirlo es “Extravagante”, escogí deliberadamente una palabra poco común y no muy religiosa, porque quería alejarme de alguna manera de los estereotipos religiosos, así que hablo del amor de Dios como extravagante.
Nuestro amor humano es muchas veces tan insignificante, escaso y centrado en sí mismo, pero el amor de Dios no es así, es inmenso, ilimitado, extravagante. Le recordaré la oración de Pablo para todos nosotros en Efesios 3, del 14 al 19:
“Por esta causa doblo mis rodillas antes el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda la familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, - para poder contener lo que Dios tiene para nosotros, primero tenemos que ser fortalecidos por el Espíritu, algo tiene que ser creado en nosotros como receptor de lo que Él quiere poner en nosotros, escuche lo que sigue diciendo Pablo: - … para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.”
Note, lo que Dios quiere poner en ese vaso que él creó en nosotros por su Espíritu Santo es toda la plenitud de su amor, él quiere que conozcamos todas las dimensiones de su amor, la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, Él quiere que conozcamos su amor que sobrepasa a todo conocimiento, y sugerí ayer que es un amor que no puede ser conocido por el intelecto sino por el Espíritu, por revelación de las escrituras y es Espíritu Santo.
En mi charla de ayer, usé la parábola del tesoro escondido en un campo, como patrón para medir el amor de Dios, esta es la parábola:
“El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla y lo esconde de nuevo y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene y compra aquel terreno.”
Interpreté la parábola de esta manera: El hombre es Jesús, el campo es el mundo, el tesoro es el pueblo de Dios en el mundo, Jesús en realidad no quería el campo, pero tuvo que comprarlo para obtener el tesoro, y le costó todo lo que tenía; pero lo hizo con gozo por el amor a ese tesoro que sería suyo; quiero enfatizar toda esta semana que le costó todo lo que Él tenía.
En mi charla de hoy enfocaré la parábola que sigue inmediatamente, “La perla de gran precio”; la primera parábola “El tesoro escondido en el campo”, revela el amor de Cristo por su pueblo colectivamente, por el tesoro; pero esta segunda parábola “La perla de gran precio” revela la medida del amor de Cristo por cada alma humana individualmente. Quiero decirle que es importantísimo que cada uno de nosotros aprecie lo mucho que Dios nos ama individualmente, como persona, no solo como parte de un grupo. Esta es la parábola en Mateo 13:45 y 46:
“También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una piedra preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.”
Interpretemos esto, creo que concuerda con la primera parábola, el mercader es Jesús y quiero destacar que no era un turista, no vagaba por las calles viendo escaparates, era una persona que sabía el valor de lo que estaba buscando y cuando encontró esta perla, supo que sería un buen negocio vender todo lo que tenía para comprar esa perla. ¿Cuántos de nosotros haríamos eso?, ¿Cuántos de nosotros cuando viéramos una piedra tan preciosa, de tanto valor, nos desharíamos de todo solo para comprar esa preciosa joya? … así es el amor de Jesús, es extravagante, el valor del campo es el mismo de la perla, es todo lo que tenía, y en mi charla de mañana analizaré lo que eso significó para Jesús, el dar todo lo que tenía.
¿Qué es lo que le sugiere una perla?, pienso que una cosa que sugiere en las escrituras es, sufrimiento; es interesante notar que todas las puertas de la Nueva Jerusalén son de perlas, y creo que lo que eso nos dice es que no hay ningún otro camino para llegar a la Nueva Jerusalén, si no es por el sufrimiento, no hay ninguna otra puerta. Yo no soy ningún experto en perlas, pero entiendo que una perla se hace por algún tiempo de irritación en la ostra, en realidad es producto de algo que no está bien en la ostra.
y luego en el proceso de hacer esa perla comerciable, se hacen muchas cosas, tiene que ser sacado de las profundidades del mar, tiene que ser removida de la ostra y sometida a varios procesos, es como el tesoro en el campo, se requiere mucho trabajo para estar listo. Jesús compró el campo, pero deja que sus siervos alisten el tesoro al igual que la perla, pero finalmente resulta una perla brillante, hermosa y lisa.
Ahora quiero que se imagine algo, imagínese a Jesús sosteniendo esa perla en su mano, mirándola con amor inexpresable y diciéndole “Fue por ti que pagué ese precio, di todo lo que tenía”, quiero que lo vea como algo muy personal, muy individual, no como algo colectivo, no un grupo, sino Jesús con una perla en la palma de la mano, diciéndole: “Fue por ti que pagué ese precio, di todo lo que tenía”.
Ahora quiero que se imagine algo más, y esto es muy importante, quiero que se diga: “Yo soy esa perla, si no hubiese redimido a nadie más, Jesús hiera muerto solo por mí.” Quiero que lo vea, muchos de nosotros luchamos con un sentimiento de desprecio, insuficiencia y rechazo, nos preguntamos si en realidad somos queridos, es importantísimo que cada uno vea que es una perla por la que Jesús dio todo lo que tenía.
Ahora quiero decirle 4 verdades simples pero muy importantes acerca del amor de DiosPrimero: El amor de Dios es individualSegundo: Es eternoTercero: Fue antes que el tiempoY Cuarto: Es irresistibleLo diré nuevamenteEl amor de Dios es individual, eterno, fue antes que el tiempo, y es irresistible.Veamos algunas escrituras que ilustran estas cuatro verdadesPrimero, el amor de Dios es individual y eterno, quiero leer un hermoso pasaje en Jeremías 31:3.
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; - individual, personalmente – … Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”
Así que el amor de Dios es de hace mucho tiempo, es individual, es eterno y de su amor nos extiende su misericordia. Veamos ahora que el amor de Dios fue antes del tiempo, para esto leeremos en Efesios 1:4 y 5:
“según nos escogió – Dios - … nos escogió en él – en él – … nos escogió antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,”
Hay dos maneras de poner la puntuación en ese versículo, se puede decir: “Para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor”, o se puede decir: “Para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado …”, pero de cualquier manera que se diga, la verdad es que el amor de Dios fue antes del tiempo y aún permanece, antes de la creación del mundo Dios nos amó, nos escogió y nos predestinó, Él arregló el curso de su vida para que nos encontráramos con Él y con su amor.
La cuarta característica del amor de Dios es que es irresistible, hay una declaración muy simple en el Cantar de los Cantares de Salomón, en el capítulo 8, versículo 6 que dice “ … fuerte es como la muerte el amor;” la muerte es irresistible, cuando viene la muerte nadie la puede evitar, nadie puede decir no estoy listo, no te aceptaré, ningún hombre tiene poder para resistir la muerte, pero Salomón dice “fuerte es como la muerte el amor”. Y el Nuevo Testamento nos lleva un poco más allá porque cuando Jesús murió y resucitó de los muertos, demostró que el amor es más fuerte que la muerte, la fuerza negativa más irresistible del universo fue conquistada por la positiva más irresistible del universo, el amor de Dios. Hay una vieja canción inglesa que solía escuchar hace muchos años y se llama “El amor encontrará la manera” y dice,
“Sobre los montes, bajo las fuentes, el amor encontrará la manera”
en mensaje es que el amor siempre llega a su objetivo, es irresistible, no acepta barreras, atravesará cualquier cosa, pasará por arriba o por debajo de lo que sea, pero siempre llegará donde quiere, así es el amor de Dios.
Medite en eso, el amor de Dios es individual, eterno, fue antes del tiempo y es irresistible; luego imagínese que usted es la perla en la mano de Jesús, dígase: “Su amor para mí es individual y eterno”, fue antes del tiempo, es irresistible, y recuerde que le costó todo lo que tenía y deténgase para darle las gracias.
Nuestro tiempo por hoy ha terminado, regresaré mañana a la misma hora, para continuar con este tema “Amor extravagante”, analizaré más profundamente lo que significó para Jesús.
Código: RP-R123-102-SPA