Como Ponerse de Acuerdo Con Dios (Parte 8)

Derek Prince
*Last Updated: diciembre de 2025
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Me alegro de estar nuevamente con usted para compartir sobre el tema inspirador pero también retador de esta semana “Cómo ponerse de acuerdo con Dios”, esto requiere un cambio radical en nuestra manera de pensar. Recuerde que la palabra en la Biblia para ese cambio radical es “Arrepentimiento”.
He sugerido cuatro áreas básicas que deben ser incluidas en este cambio de nuestro pensamiento, y las he enumerado así: Primero, nuestros objetivos; segundo, nuestras prioridades; tercero, nuestras actitudes; y Cuarto, nuestras categorías. Ya he hablado de los objetivos y sugerí dos objetivos principales de Dios: Su gloria y satisfacción y segundo, la excelencia, y por supuesto que Dios no sería glorificado con nada menos que la excelencia. Pero la excelencia es segunda porque es un tipo de producto del primero que es la gloria y la satisfacción de Dios, ese es el propósito óptimo de todo en el universo incluyéndonos a usted y a mí, la gloria y la satisfacción de Dios. Y cité la declaración que esta tan apropiada “El que no existe para la gloria de Dios no tiene derecho de existir”.
Luego hablé de las dos prioridades principales de Dios. La primera, la venida del reino de Dios, “Venga tu reino, hágase tu voluntad como en cielo así también en la tierra”, la venida del reino de Dios. Y segundo, lo eterno antes que lo temporal, especialmente en el trato de Dios en nuestras vidas, Él siempre le da la prioridad a lo eterno sobre lo temporal, Dios nunca sacrificará lo eterno por lo temporal, Él siempre trabaja en nosotros para que seamos verdaderamente buenos en un sentido eterno.
Ayer compartí sobre una actitud de Dios que creo es muy importante “Atención al detalle”, lo pequeño antes que lo grande y di ejemplos de las enseñanzas de Jesús. “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel, y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto”. Dios siempre nos prueba en las cosas pequeñas antes de promovernos a cosas grandes; y Dios cuida de las cosas más pequeñas en su universo, se preocupa tanto por el átomo, el neutrón, el protón, como lo hace por todo el universo. El cuida de cada pajarillo, aún del quinto pajarillo que es gratis y conoce el número de cabellos en nuestra cabeza, esa son cosas muy pequeñas pero Dios les da mucha importancia a cada una de ellas. Y si vamos a pensar como Dios, debemos darle importancia a las cosas pequeñas antes de pensar en las cosas grandes.
Hoy voy a hablar de otra actitud de Dios que creo es característica e importante y podría describirla así “Misericordia combinada con justicia” o se podría usar severidad, “Misericordia y severidad”. Muchas personas no pueden ver estas dos cosas combinadas en Dios, yo pienso que son como dos caras de la misma moneda y a menos que cada una esté allí no tendrá una moneda válida. Así es con Dios, la misericordia se combina con la justicia o la severidad.
En Éxodo 34, Dios descendió en una nube para el beneficio de su siervo Moisés y proclamó su nombre. El nombre de Dios o el nombre de cualquier persona en las escrituras es siempre una clave de su naturaleza, así que cuando Dios proclamó su nombre a Moisés, también estaba revelándole su naturaleza. Así que es importante leer el nombre de Dios como se proclama allí en Éxodo 34, versículos del 5 al 7. Dice así:
“Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová. Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: !!Jehová! !!Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.”
Allí vemos los dos lados opuestos de la singular naturaleza de Dios, primero de un lado su misericordia, en el otro lado su severidad o su firmeza. Hay siete aspectos de su misericordia que se revelan allí. Primero, Dios es misericordioso. Segundo, es piadoso. Tercero, es tardo para la ira o paciente. Cuarto, es grande en misericordia, que a veces se traduce como “bondad”. Quinto, es grande en verdad, que también es “fidelidad”. Sexto, guarda su misericordia a millares. Y Séptimo, está dispuesto a perdonar la iniquidad, la rebelión y el pecado.
Así que hay siete aspectos de la misericordia de Dios, pero que ninguno ignore que esto no hace a un lado el juicio de Dios y su severidad, y eso se revela en las dos últimas partes de esa declaración del nombre de Dios: De ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de una generación y de las tres generaciones siguientes si son malvadas ante Dios. Así que usted puede morar en la misericordia de Dios para siempre, y así lo harán sus santos y sus redimidos, el salmista dijo: “Cantaré de la misericordia de Jehová para siempre”, pero a la vez no debe ignorar el hecho que Dios tiene otro aspecto que se manifiesta cuando Él lo crea conveniente; y esa es su severidad y su juicio.
Encontramos estos polos opuestos a través de toda la Biblia, algunas personas tienen la idea de que Dios en el Antiguo Testamento fue severo y en Nuevo Testamento no lo fue, eso es totalmente incorrecto. Dios dice en Isaías 45:21:
“... no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador”
esos son los dos aspectos, ejerce la justicia pero está dispuesto a salvar, cada uno de nosotros tiene que relacionarse con Dios ya sea como Salvador o como el juez justo de toda la tierra.
Pablo dice en Romanos 11:22:
“Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.”
Allí tenemos en el Nuevo Testamento la bondad de Dios, pero también su severidad, una no elimina a la otra, es muy importante que entendamos estos dos aspectos de la naturaleza de Dios, su bondad pero también su severidad, que es salvador pero también juez. Y la razón de ser importante es que Dios espera que tengamos la misma actitud hacia estas cosas que Él tiene.
El salmista dice en el Salmo 97, versículo 10:
“Los que amáis a Jehová, aborreced el mal”
Note que hay dos palabras fuertes ahí: Amor y Odio, el salmista dice: Si dices amar a Dios hay una actitud correspondiente que debes manifestar, aborrecer el mal. Así que en tu carácter deben haber dos lados opuestos de la misma moneda, amar a Dios pero aborrecer el mal; si ama a Dios no puede comprometerse con el pecado, es imposible, es inconsistente. Nunca debemos asumir que la misericordia de Dios hace a un lado su juicio, muchas personas cometen ese error, teólogos cristianos, ministros y otros.
Escuche lo que dice Pedro en su segunda epístola, capítulo 3, versículos del 6 al 10. Está hablando sobre este mismo tema, de los juicios de Dios sobre la tierra, primero habla del diluvio:
“por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; - ese fue el diluvio - pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. – Hay un día de juicio que nos espera - Más, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. – Dios no tiene prisa, Él es tardo para la ira. Pedro continúa - El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, - eso fue lo que le dijo a Moisés, Él es paciente - no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; - la paciencia de Dios no harpa a un lado su juicio sobre los impíos, ¿qué día será ese? - en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. – incluyendo las conciencias de los hombres”. Y más adelante en el mismo capítulo, en los versículos 14 y 15 “Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación…”
Significa salvación para los que cumplen su condición pero no hace a un lado el juicio a los que rechazaron su misericordia. Pedro advierte a los cristianos, les dice: Porque el juicio de Dios parece tardar, no imaginen que ha sido cancelado, Dios simplemente nos está dando una oportunidad para alistarnos, para reconciliarnos con Dios antes de que venga el juicio.
Y para concluir, aquí hay un ejemplo de la mala actitud del hombre, está en Eclesiastés 8, versículo 11.
“Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal.”
La gente piensa que Dios no los va a juzgar, porque no ven manifestado su juicio inmediatamente y siguen tranquilos en el mal, pero ese es un completo malentendido de la actitud de Dios que es una combinación de misericordia y de severidad.
Nuestro tiempo por hoy ha terminado, regresaré mañana a la misma hora, para hablar sobre, cómo pensar en las categorías de Dios.
Código: RP-R113-103-SPA