Como Ponerse de Acuerdo Con Dios (Parte 6)

Derek Prince
*Last Updated: diciembre de 2025
9 min read
Transcript
Me alegro de estar nuevamente con usted en el comienzo de una nueva semana, para compartir más “Llaves para vivir con éxito”, que Dios ha puesto en mis manos a través de muchos años de experiencia personal y de ministerio cristiano.
Me gustaría empezar con un esquema de la sustancia de lo que dije la semana pasada sobre este tema “Cómo ponerse de acuerdo con Dios”.
La semana pasada dije que estamos invitados a través del evangelio a caminar con Dios, pero para hacer esto, la Biblia dice que debemos estar de acuerdo con Dios; Amos 3:3 dice “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”
Yo entiendo que estar de acuerdo significa “Armonizar”, por lo tanto debemos traer nuestros caminos y nuestros pensamientos en línea con los de Dios, porque los caminos y los pensamientos de Dios son mucho más altos que los nuestros. La manera en que podemos hacer esto es recibiendo la palabra de Dios en nuestros corazones y en nuestras mentes, porque la palabra de Dios trae sus caminos y sus pensamientos del cielo hasta nosotros. Esto involucra un cambio total en nuestra manera de pensar, este cambio en las escrituras se llama “Arrepentimiento”, eso es lo que en realidad significa el arrepentimiento, significa cambiar la manera de pensar.
He estado diciendo que este cambio de nuestros pensamientos abarca cuatro áreas básicas, que he enumerado como sigue. Primero: Objetivos; Segundo: Prioridades; Tercero: Actitudes; Cuarto: Categorías. Repetiré esa lista. Primero: Objetivos; Segundo: Prioridades; Tercero: Actitudes; Cuarto: Categorías. Yo creo que para poner nuestros caminos y pensamientos en línea con los de Dios, tenemos que cambiar o dejar que el Espíritu Santo y la palabra de Dios cambien en nosotros cada área que mencioné.
En mis dos últimas charlas la semana pasada, compartí sobre la primera de esas áreas, los objetivos de Dios y dije que los dos objetivos principales de Dios en todo su trato con el universo, son: Primero, su gloria y satisfacción; y Segundo, la excelencia. Y escogí como ejemplo de la prioridad de Dios sobre la excelencia el relato de la creación, que cada etapa en la creación de Dios, la revisó para ver si alcanzaba la normal establecida; cuando veía que era buena entonces continuaba y al final cuando vio toda la creación, vio que era buena en gran manera. Así que esos son los dos objetivos principales de Dios que necesitamos entender que tenemos que aceptar, en los que debemos entrar, su gloria y satisfacción y la excelencia.
Hoy voy a hablar sobre la segunda área principal “Las prioridades de Dios”, que también son de tremenda importancia porque si nuestras prioridades no están en línea con las de Dios, no podremos estar de acuerdo con Dios, no podremos caminar con Él. Quiero sugerir que la primera prioridad de Dios se centra alrededor de su reino, la primera prioridad de Dios en todo su trato con la raza humana y con el mundo es, establecer el reino de Dios en la tierra. Y quiero enfatizar, en la tierra, porque creo que muchos cristianos tienen la prioridad equivocada, su prioridad es llegar al cielo, eso es importante, pero no creo que esa sea la prioridad de Dios, puede ser una etapa en el proceso, pero la verdadera prioridad de Dios es traer el cielo a la tierra. Es allí donde la Biblia es tan diferente al pensamiento de muchas personas religiosas, la mayoría de personas religiosas, de alguna manera u otra, piensan en términos de escapar del mundo, Dios piensa en término de establecer su reino en el mundo.
Esto lo ejemplifica la oración del Señor, Jesús le enseñó a sus discípulos a orar en Mateo 6, versículos 9 y 10, les dio un patrón de oración, yo no creo que necesariamente sea su intención que orásemos esas mismas palabras, sino que este es el patrón particularmente en relación con sus prioridades, esto es lo que dijo:
“Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, - primero tenemos que establecer esa relación con Dios como nuestro Padre, no solo como mí Padre, sino como nuestro Padre, y ahora la siguiente frase - santificado sea tu nombre. – eso involucra identificar el objetivo de Dios de su propia gloria, luego Jesús dice que debemos continuar - Venga tu reino.” Al decir eso estamos identificándonos con la prioridad de Dios en los asuntos de la tierra, la prioridad de Dios es establecer su reino. Jesús continúa en el mismo versículo - Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.-
vemos que la acción está en la tierra, no a irse de la tierra a algún ambiente etéreo que sea el reino de Dios, la acción está en traer el reino de Dios en la realidad a la tierra y eso involucra la voluntad de Dios siendo hecha en la tierra como está siendo hecha en los cielos. ¿Podría usted creer que la voluntad de Dios puede hacerse en su vida también como se hace en el cielo? … eso es lo que Jesús implica.
Y en el mismo capítulo 6 de Mateo en el versículo 33, Jesús vuelve a esta prioridad y la hace muy clara.
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
Antes que sus ambiciones y necesidades personales, debe poner el reino de Dios, la venida de su reino es la prioridad número uno para la tierra y especialmente para los siervos de Dios en la tierra; eso es lo que tenemos que aceptar antes que cualquiera de nuestras necesidades, ambiciones o planes. Y cuando decimos “Venga tu reino”, también decimos “Hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra”, eso es… en mí!
Quiero continuar con lo que yo creo es una segunda prioridad de Dios y la diré de esta manera “Lo eterno antes que lo temporal”, Dios siempre pone en sus prioridades lo eterno antes que lo temporal, pero es importante que ya ha dicho que la venida del reino de Dios sobre la tierra es la prioridad número uno, porque si hablara de la prioridad de lo eterno antes que lo temporal sin haber dicho antes, muchos podrían concluir que estoy hablando de salir de lo temporal a lo eterno. No se trata de eso, se trata de incorporar lo eterno en lo temporal, pero tenemos que recordar que lo principal es lo eterno, no lo temporal. Yo creo que Dios nunca sacrifica una fracción de la eternidad por el periodo más largo de tiempo, porque la eternidad tiene un valor totalmente diferente que el tiempo. Ninguna cantidad de tiempo puede igualar en valor, la fracción más pequeña de eternidad.
Pablo habla de esto en 2 Corintios 4:17 y 18.
“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”
Pablo dice que hay dos categorías de cosas que entran en nuestra vida, lo temporal y lo eterno, y dice: Dios está trabajando en nosotros sus propósitos eternos pero solo mientras veamos no las cosas que se ven, lo temporal, sino las cosas que no se ven, lo eterno, así que donde enfoquemos nuestra mirada hace la diferencia de cómo puede Dios tratar con nosotros, solo si mantenemos nuestra mirada en lo eterno, podrá Dios producir sus propósitos eternos en nosotros.
Pablo dice en Romanos 8:28
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Todo trato de Dios en nuestras vidas, siempre obra para el bien esa es su última mira, cumple su propia norma de excelencia que ya hemos visto ejemplificada en la creación en la que Dios no pasó nada o siguió con la siguiente fase hasta que vio que lo que había hecho, era bueno. Dios busca y persigue la excelencia en cada área, pero particularmente en las vidas de los que somos sus siervos y su pueblo; pero recuerde, no es solo excelencia en lo temporal, sino muchos más, es excelencia en lo eterno.
Dios quiere producir una clase eterna de bondad, primordialmente una bondad moral, algo que pase la prueba de la eternidad, algo que no se marchite y se muera al final de esta vida, Él siempre está trabajando en nuestras vidas para obtener resultados eternos, debemos recordar eso. Muchas veces pasamos problemas, dificultades y situaciones y decimos: Dios no entiendo, ¿cómo puedes dejar que esto me pase? … No entendemos, porque no lo estamos viendo según la prioridad de Dios. Dios dice: Lo que suceda en el tiempo es secundario a lo que pase en la formación de tu carácter eterno, porque el tiempo se va a acabar, pero lo que eres en tu carácter eterno, vas a vivir con eso por toda la eternidad. Así que siempre le doy prioridad a lo eterno sobre lo temporal.
Nuestro tiempo por hoy ha terminado, regresaré mañana a la misma hora, para hablar sobre cómo compartir en las actitudes de Dios.
Código: RP-R113-101-SPA