Me alegro de estar nuevamente con usted para continuar con nuestro tema para esta semana “Cómo ponerse de acuerdo con Dios”.

En mis charlas previas he explicado un número de pasos lógicos con respecto a este tema “Cómo ponerse de acuerdo con Dios”, y quiero empezar hoy repasando esos pasos, que son los que siguen:

Primero, en el Nuevo Testamento hemos sido invitado a tener comunión con Dios, y esa comunión se describe como “Caminar con Dios”. Para caminar con Dios la Biblia nos enseña que debemos estar en de acuerdo con Él, armonizar con Él, eso es, armonizar nuestros caminos y nuestros pensamientos con los de Dios.Por naturaleza nuestros caminos y pensamientos no están en armonía con los de Dios, por lo tanto Dios debe hacer algo por nosotros; Dios envía su palabra del cielo como lluvia y como nieve hasta nuestros corazones, y eso nos permite producir los caminos y los pensamientos de Dios en nuestros corazones y en nuestras mentes.

La palabra Bíblica para este cambio de nuestra manera de pensar es, “arrepentimiento”, y el arrepentimiento es siempre el primer paso en la reconciliación con Dios. A través de todo el Nuevo Testamento se encontrará desde el ministerio de Juan el bautista hasta en el día de Apocalipsis, donde Jesús hace mención de las iglesias que han fallado su propósito; el primer requisito es: arrepiéntase, cambie su manera de pensar, ponga sus pensamientos en línea con los de Dios.

Luego, la palabra bíblica para pensar como Dios piensa es “meditación”, meditar en la ley o en la palabra de Dios, y la Biblia indica muy clara y consistentemente que la meditación correcta abre la puerta al favor y a la bendición de Dios. Particularmente en el Salmo 1, versículo 3, que habla del hombre que medita de día y de noche en la ley de Jehová, se resume en una conclusión hermosa y simple “Todo lo que hace prosperará”.

Hoy voy a explicar ciertas áreas específicas de nuestro pensamiento que necesitan cambiar, en otras palabras voy a considerar lo que incluye ese gran concepto de nuestros pensamientos.¿Cómo podemos clasificar nuestros pensamientos?, ¿Cuáles son los diferentes tipos de pensamientos o caminos que podemos aprender de la palabra de Dios?. Quiero sugerir cuatro tipos diferentes de caminos o pensamientos, no intento que esta sea una clasificación completa, sino una simple representación básica.

Yo sugiero que hay cuarto áreas básicas en las que debemos poner nuestros caminos y nuestros pensamientos en línea con los de Dios, y las enumeraré como sigue: Primero: Objetivos Segundo: Prioridades Tercero: Actitudes Y cuarto: Categorías En cada una de esas áreas debemos aprender a pensar como Dios piensa. Repetiré brevemente esas cuatro áreas: Primero, objetivos; Segundo, prioridades; Tercero, actitudes; y cuarto, categorías. En otras palabras, tenemos que aprender a entrar en los objetivos de Dios, debemos aprender a cultivar las actitudes de Dios, tenemos que aprender a pensar en términos de las prioridades de Dios, y tenernos que clasificar las cosas en nuestra mente de acuerdo a las categorías de Dios. Estamos hablando de una revolución de mucho alcance, ese es el resultado de un verdadero arrepentimiento.

Hoy quiero empezar a tratar con los objetivos de Dios y quiero decir lo que yo creo es el objetivo principal de Dios, y es: Su propia gloria y santificación. Me pregunto si alguna vez usted ha pensado en eso, ¿Cuál es el propósito principal de todo en el universo? … es la gloria y la satisfacción de Dios.Alguien dijo una vez: “Una persona que no existe para la gloria de Dios, no tiene derecho a existir del todo”, yo creo que eso es cierto.

Quiero citar ahora algunos versículos que muestran este último propósito de DiosPrimero, Pablo dice en Romanos 11, versículos del 33 al 36

“!!Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!, !!Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!. Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado?. – En otras palabras nunca podremos enseñarle a Dios, Dios no necesita nuestro consejo, nosotros necesitamos la enseñanza de Dios, nosotros necesitamos el consejo de Dios, dependemos de Él. Y ahora Pablo lo resume todo en esta declaración muy poderosa - Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.”

Note que todo viene de Dios, todo procede a través de Dios, todas las cosas de Él, por Él y para Él. ¿Cuál es el objetivo último? … A Él sea la gloria por los siglos.

Una cosa que necesita decirse ahora es que nuestras mentes deben agradarse, no vemos las cosas así, creo que un gran enemigo de la felicidad, del éxito y de la producción es el egocentrismo, y creo que es un problema que la mayoría de nosotros tenemos por naturaleza. Un predicador amigo mío dijo una vez: “Cuando el hombre cayó de la gracia de Dios, se encerró en su cajita del ego”, creo que así estamos muchos de nosotros, encerrados en nuestra cajita del ego, nosotros somos el centro de todo,, pero la verdad es que nosotros no somos el centro, Dios es el centro.

Veamos algunos otros pasajes sobre este objetivoSalmo 104:31

“Sea la gloria de Jehová para siempre; Alégrese Jehová en sus obras.”

Así que ¿cuál es el objetivo? … la gloria de Dios. ¿Cuál será el resultado de eso? … Dios se alegrará en sus obras, estará satisfecho, no hay propósito más grande que la satisfacción de Dios.Hay una declaración similar en el Salmo 145, versículos del 9 al 11.

“Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. Te alaben, oh Jehová, todas tus obras, y tus santos te bendigan. La gloria de tu reino digan, y hablen de tu poder.”

Siempre es el deleite de Dios en su creación y su gloria el objetivo final; ese es el objetivo primordial que tenemos que aprender a compartir con Dios.

El mismo principio se aplica también en la nueva criatura que ha resultado de la obra de Jesucristo, escuche lo que Pablo dice con respecto a esto en Efesios capítulo 1, versículos 5 y 6

“en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado”

Dios tiene un plan desde la eternidad, se llama “el puro afecto de su voluntad”, y se centra alrededor de aquellos que son sus hijos por fe en Jesucristo, pero su objetivo es la alabanza de la gloria de la gracia de Dios; es cierto, lo que Dios hace es principalmente para su gloria.Quiero resaltar eso particularmente en relación con su gracia que recibimos por Jesucristo; en última instancia, la gracia de Dios siempre trabaja para su gloria, si hay algo en nuestras vidas que no produce gloria a Dios, entonces no es el producto de la gracia de Dios.

Más adelante, en Efesios 1:12, Pablo nos da el propósito “a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.” Así que todo lo que resulta de la confianza en Cristo para nuestra salvación, es para la alabanza de la gloria de Dios.

Finalmente en el libro de Apocalipsis, tenemos una presentación de la alabanza y la adoración de toda la creación; todo lo que está en el cielo, todo lo que está en la tierra, todo lo que está en los mares, todos tienen una expresión común y colectiva de alabanza. Apocalipsis 4, versículo 11

“Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; - note cual es el primer objetivo, la gloria de Dios, luego su honra y luego su poder, y ¿cómo son declarados?, la segunda parte del versículo nos dice - porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.” Otra versión dice: “y por tu placer existen y fueron creadas”

¿Cuál es el propósito final de la creación? … el placer de Dios; podríamos juntar las dos versiones y decir: Por el buen placer de tu voluntad. No hay objetivo más alto en la vida que darle placer a Dios, que Dios esté satisfecho con nuestras vidas es el propósito más grande que podemos tener, y cuando comencemos a pensar de acuerdo a estas líneas, estaremos empezando a cultivar los pensamientos y los caminos de Dios. No podemos relacionarlo todo a nosotros preguntando: ¿Qué hay de cierto en esto?, ¿Qué ventaja sacaré yo de esto? … La pregunta que debemos hacer es: ¿Estará Dios satisfecho?, ¿Le dará esto gloria a Dios?.

Nuestro tiempo por hoy ha terminado, estaré con usted mañana a la misma hora, para continuar con este tema de los objetivos de Dios. Hablaré de un segundo gran objetivo de Dios.

Como
Compartir