Como Ponerse de Acuerdo Con Dios (Parte 3)

Derek Prince
*Last Updated: diciembre de 2025
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Me alegro de estar nuevamente con usted para compartir el tema inspirador pero también retador de esta semana “Cómo ponerse de acuerdo con Dios”.
En mis charlas anteriores he explicado que Dios nos invita a caminar con Él, pero una condición necesaria para esto es que estemos de acuerdo con Él; esto está dicho muy breve y claramente en forma de pregunta en Amos 3, versículo 3 que dice: “¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?”, la respuesta claramente implicada es, No; para que dos personas caminen juntas deben estar de acuerdo.
¿Qué significa estar de acuerdo? … Yo sugiero que es armonizar en nuestros caminos y nuestros pensamientos. Para poder caminar con Dios, nuestros caminos y nuestros pensamientos deben armonizar con los de Dios, pero por naturaleza, la Biblia nos dice, especialmente en Isaías capítulo 55 que nuestros caminos y que nuestros pensamientos no están en armonía con los de Dios; Dios dice: “Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos; como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”En otras palabras, el abismo entre los caminos y los pensamientos de Dios y los nuestros es tan grande, como son más altos los cielos que la tierra, no tiene medida, porque Dios no cambia. La única opción que nos queda es que nosotros cambiemos nuestros caminos y nuestros pensamientos si queremos armonizar con Dios, estar de acuerdo con Él, y por lo tanto poder aceptar la invitación de Dios de caminar en comunión con Él.
Ayer apunté y hoy quiero reafirmar que de su gracia Dios ha hecho provisión para que nosotros hagamos esto, cambiar nuestros caminos y nuestros pensamientos.Citaré brevemente a Isaías capítulo 55, versículos del 10 al 13:
“Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, - allí está la solución, así como la lluvia y la nieve bajan del cielo y producen pan y semilla, Dios dice: - así será mi palabra que sale de mi boca; - la solución está en la palabra de Dios, luego dice: - no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. – ahora es que matiza lo que hará y el propósito por el que la envió - Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.”
Vemos que hay dos operaciones diferentes de lluvia y nieve, pero que ambas hacen la tierra fructífera, dan pan para comer y semilla para sembrar y los resultados progresivos de recibir la palabra de Dios son: gozo, paz, alabanza y productividad.El ciprés y el arrayán reemplazarán a la zarza y a la ortiga; la zarza y la ortiga son producto de nuestro camino y nuestro pensamiento; el ciprés y el arrayán son productos de los pensamientos de Dios.Y finalmente esto es para el renombre de Dios, para que sea una señal eterna, le dará gloria a Dios y nunca será raída.
Hoy voy a explicar con mayor detalle lo que está involucrado en este proceso de cambiar la manera en que pensamos, es de gran importancia, la Biblia tiene una palabra especial para esto, “Arrepentimiento”. Literalmente, arrepentimiento, significa: Cambiar de actitud, cambiar la manera de pensar y en todo el Nuevo Testamento este es el requisito básico para la reconciliación con Dios, no hay manera en que el hombre con sus caminos y pensamientos diferentes esté reconciliado con Dios, a menos que cambie su manera de pensar, que se arrepienta.
Tomemos algunos ejemplos del Nuevo Testamento, Marcos nos da una introducción al ministerio del evangelio de Jesús en el capítulo 1, versículos del 2 al 4:
“Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. Bautiza Juan – ese es el Juan Bautista - en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados.”
La palabra clave en el ministerio de Juan era, arrepentimiento, era lo que se necesitaba para preparar el camino para la venida de Jesús el Mesías, hasta que el pueblo de Dios fue confrontado con la necesidad de cambiar su manera de pensar, no estaban listos para recibir al Mesías.
Y en Marcos 1, versículos 14 y 15, Marcos nos describe el comienzo del ministerio público de Jesús,
“Después que Juan - el Bautista - fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.”
Note que el primer mandamiento que Dios dio en su ministerio público fue, arrepiéntanse, cambien su manera de pensar y solo después de eso podrá creer la gente. Es un gran error imaginar que podemos creer en el verdadero sentido de la palabra “Creer”, sin antes habernos arrepentido, siempre hay que arrepentirse primero, luego sigue creer.
Jesús les dijo a sus discípulos después de su resurrección en Lucas 24:47 “que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” Note que el mensaje es primero el arrepentimiento y después el perdón de los pecados, no puede haber perdón de pecados sin arrepentimiento, sin cambiar nuestra actitud y la manera en que pensamos.Y en el día de Pentecostés en Hechos 2, versículo 38, cuando la multitud convencida pero aún no convertida, dijo a los apóstoles: Varones hermanos ¿qué haremos?, Pedro les dio una respuesta muy clara,
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados…”
¿Cuál fue la primera cosa que dijo Pedro que tenían que hacer cuando hablaba como representante de Dios y de la iglesia? El primer requisito fue, y es, arrepiéntanse, cambien su manera de pensar.
Pablo hablando a los hombres de Atenas, un tipo diferente de multitud, intelectuales, gentiles, no era un pueblo con raíces judías, Pablo le dice a estos hombres en Hechos 17, versículo 30
“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.”
Nadie queda por fuera, ningún lugar, todas las personas en todo lugar deben arrepentirse, cambiar su manera de pensar.¿Y por qué es esto?, la razón está en Isaías, un simple versículo nos da la respuesta, Isaías 53:6, porque
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino”
Eso es verdad en cada uno de nosotros , entonces ¿Cómo entrar nuevamente en comunión con Dios? … Arrepintiéndonos, cambiando nuestros caminos y nuestros pensamientos.
Con relación a este proceso del que estoy hablando, quiero introducir otra palabra bíblica importante que es “meditación”, quiero sugerir que en realidad en la Biblia meditación significa aprender a pensar como Dios, y la meditación abre la puerta al favor y la bendición de Dios.
Dios dice en Josué 1, versículo 8
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
La palabra de Dios tenía que llenar la mente de Josué, él tenía que pensar en términos de la palabra de Dios todo el tiempo, luego tenía que hablarla y cumplirla con la acción correspondiente, pero empezaba en su mente, la clave era la meditación.La promesa de la buena meditación “Entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.” Esos son el ciprés y el arrayán que salen en vez de la zarza y la ortiga.
En el primer Salmo hay un pasaje que de verdad pone la nota clave para todos los Salmos, está en el Salmo 1, versículos del 1 al 3
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche, será como árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará.”
Note que hay tres cosas que el hombre bienaventurado no debe hacer; no debe andar en consejo de malos, ni estar en camino de pecadores, ni sentarse en silla de escarnecedores, en otras palabras debe renunciar a los caminos y a los pensamientos del hombre y reemplazarlos con los caminos y los pensamientos de Dios que vienen a través de la ley de Jehová, y debe meditar en ella de día y de noche, debe llenar su mente de los caminos y de los pensamientos de Dios.Y al hacer esto, se le da una promesa, es similar a la promesa que ya vimos en Isaías 55, será como árbol plantado junto a corrientes de agua que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, siempre es bendecido por Dios, siempre está floreciendo, siempre está fresco, no marchita, no conoce la sequedad, tales cosas no son su porción, y todo se resume en esa frase simple y hermosa “Todo lo que hace prosperará”.¿Le gustaría ser así?, Dios nos ha mostrado la llave, es dejar que su palabra entre en nuestros corazones y en nuestras mentes y meditemos en ella de día y de noche, que reemplacemos nuestros pensamientos y nuestros caminos por los de Dios, y el resultado será que todo lo que hagamos prosperará.
Nuestro tiempo por hoy ha terminado, regresaré mañana a la misma hora, para hablar sobre áreas específicas de nuestro pensamiento que debemos cambiar.
Código: RP-R112-103-SPA