Como Ponerse de Acuerdo Con Dios (Parte 2)

Derek Prince
*Last Updated: diciembre de 2025
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Me alegro de estar con usted nuevamente para compartir preciosas verdades de las escrituras, mi tema para esta semana es “Cómo ponerse de acuerdo con Dios”, trata con uno de los requisitos básicos para el éxito en la vida.
En mi charla introductoria de ayer expliqué ciertos principios bíblicos relacionados con nuestro tema: Primero: El Nuevo Testamento nos invita a tener comunión con Dios y este tipo de comunión frecuentemente se ilustra en la Biblia como “Caminar con Dios”.
Segundo: Para caminar con Dios debemos estar de acuerdo con Él, esto lo dice Amós en el capítulo 3, versículo 3 “¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?, esto implica claramente que no andarán juntos, para estar de acuerdo yo diría simplemente que debemos armonizar en los caminos y en los pensamientos. Así que para caminar con Dios debemos aprender a armonizar con los caminos y los pensamientos de Dios; sin embargo, por naturaleza, las escrituras lo dicen bien claro “Los caminos y los pensamientos de Dios son diferentes a los nuestros”. Y aún más, Dios nunca cambia, nos lo dice enfáticamente Malaquías 3:6 “Porque yo Jehová no cambio”, así que solo nos queda una opción lógica si vamos a aceptar esa invitación de caminar con Dios y cumplir con las condiciones, debemos cambiar nuestros caminos y nuestros pensamientos.
Hoy voy a compartir acerca de cómo Dios nos capacita para que nosotros hagamos esto. Lo que me gusta de la Biblia es que no solo nos dice donde estamos fallando, sino que también nos dice cómo arreglar nuestra situación, este último empuje es siempre positivo y no es negativo, resalta lo negativo solo para mostrar nuestra necesidad de lo positivo.
Ahora voy a leer el pasaje que leí ayer en Isaías capítulo 55, versículos del 6 al 9, solo para refrescar la memoria, este es el pasaje en el que Dios dice enfáticamente que sus caminos y sus pensamientos no son como los nuestros, Isaías 55 del 6 al 9:
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano, - hay cierta urgencia en esto - deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos, - Note que nuestro problema básico no son solo nuestras acciones externas, sino también nuestros caminos y pensamientos internos – y vuélvase a Jehová el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro el cual será amplio en perdonar. - Gracias a Dios por esa promesa - Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. – eso es muy claro, muy enfático, los caminos y los pensamientos de Dios no son los nuestros. Luego Dios mide el abismo que hay entre sus caminos y sus pensamientos y los nuestros, y tendría que decir que es un abismo sin medida - Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos, más altos que vuestros caminos y mis pensamientos, más que vuestros pensamientos.”
Así que la diferencia es tan grande como son más altos los cielos que la tierra, y las escrituras dicen que no se puede medir la altura de los cielos, algo que hoy conocemos científicamente también. De manera que hay un abismo sin medida entre los caminos y los pensamientos de Dios y los nuestros. ¿Cómo podemos superar ese abismo? … Dios nos da la solución en los siguientes versículos, quiero enfatizar que la solución se origina en Dios no en el hombre, el hombre no tiene la solución en sí mismo. Esto es lo que Dios dice en Isaías 55, versículos del 10 al 13:
“Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, - note que la solución viene del cielo, no sale de la tierra - y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.”
Ahora explicaré algunas cosas que están implícitas en este hermoso cuadro de cómo Dios baja sus caminos y sus pensamientos de cielo hasta nosotros aquí en la tierra. Como dije anteriormente, la solución se origina en Dios, baja, no sube, nosotros mismos no tenemos solución.
Segundo, es la palabra de Dios que trae sus caminos y sus pensamientos, como la nube y la nieve bajan del cielo y hacen todas estas cosas en la tierra de la que Dios habla, así es su palabra que sale de su boca. Así que la solución que trae los caminos y los pensamientos de Dios a nosotros, es la palabra de Dios.
Usando la ilustración que Dios da de lluvia y nueve, debemos entender que la palabra de Dios puede venir de cualquiera de las dos formas, puede venir como lluvia o como nieve. La lluvia es absorbida inmediatamente por la tierra, la riega, empieza a dar fruto; pero la nieve yace sobre la superficie dura de la tierra y no hace nada inmediato por ella; en realidad la temperatura debe cambiar, el sol debe derretir la nieve para que tierra se capaz de recibirla, pero se dice que la nieve derretida es aún más beneficiosa para la tierra que la lluvia común. Bueno, la palabra de Dios es así, a veces viene como lluvia y la podemos recibir inmediatamente, entra directo a nuestro corazón, algunas veces nos es muy difícil recibir la palabra de Dios, es como un discípulo que le dijo a Jesús: Esta es una enseñanza muy difícil, ¿Quién podrá recibirla?, así es la nueve. Quiero darle un consejo: Cuando la palabra de Dios llegue a su vida como nieve, no la rechace, deje que repose sobre su corazón, y espere que el sol del amor y de la gracia de Dios, salga y la derrita y entonces su corazón podrá recibirla; algunas veces viene como lluvia, otras como nieve, pero siempre, si respondemos adecuadamente nos traerá los caminos y los pensamientos de Dios.
Luego dice que producirá dos cosas diferentes, pan para nosotros y semilla para otros; el pan es lo que necesitamos para nuestra fortaleza y salud, pero la semilla es lo que queda para repartirlo a los otros, y la palabra de Dios producirá ambas en nuestras vidas, pan y semilla.
Ahora quiero hablar sobre los resultados progresivos que se producen en nuestra experiencia cuando recibimos la palabra de Dios como lluvia o nieve y la dejamos hacer su obra en nuestros corazones y nuestras mentes. A través de eso estamos recibiendo los caminos y los pensamientos de Dios, y estos son algunos de los hermosos resultados que producirá. En el versículo 12, Dios dice: “Porque con alegría saldréis y con paz seréis vueltos, los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros y todos los árboles del campo darán palmada de aplauso.” Que lenguaje más hermoso es ese, analicemos lo que Dios nos promete: Primero, nos promete gozo “Con alegría saldréis”. Segundo, nos promete paz “Con paz seréis vueltos”. Tercero, nos promete alabanza espontánea y exuberante “los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros y todos los árboles del campo darán palmada de aplauso.” Esos son los resultados de la palabra de Dios que nos traen sus caminos y sus pensamientos hasta nuestros corazones y nuestras mentes: Gozo, paz y alabanza.
En el siguiente versículo Dios ilustra la fecundidad, dice: “En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán”, habrá un cambio en lo que se produce, antes era la zarza y la ortiga, ahora serán el ciprés y el arrayán; la zarza y la ortiga son improductivas, infructíferas, no tienen ninguna utilidad; por otro lado, el ciprés y el arrayán son hermoso árboles que dan sobra, que transforman la naturaleza del desierto. Así que nuestros caminos y pensamientos son los que producen la zarza y la ortiga; pero cuando vienen los caminos y los pensamientos de Dios en vez de zarza y ortiga, crecerán ciprés y arrayán. En otras palabras, la buena productividad tomará el lugar de la aridez y de la improductividad.
Veamos esos cuatro resultados inmediatos de la palabra de Dios que entra en nuestros corazones y nuestras vidas: Primero: Gozo Segundo: Paz Tercero: Alabanza Cuarto: Productividad
Una última cosa con respecto a esto, al final del versículo 13 dice: “y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.” Es importante que veamos, y lo estaré enfatizando luego en mis charlas. Que el propósito principal de lo que Dios hace, es su gloria, “será a Jehová por nombre”, Dios será glorificado a través de eso, será una señal eterna, será una prueba manifiesta de lo que Dios ha hecho y será eterna, nunca serpa desecha, ni destruida; así que los resultados que Dios produce de esta manera en nuestro corazón y en nuestra vida, son permanentes, no se pueden deshacer, y por lo tanto le darán gloria.
Nuestro tiempo por hoy ha terminado, regresaré mañana a la misma hora, para seguir explicando con más detalle lo que involucra este proceso de cambiar nuestra manera de pensar.
Código: RP-R112-102-SPA