El patrón de Dios para el matrimonio

Derek Prince
*Last Updated: diciembre de 2025
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Me alegro de estar nuevamente con usted en la continuación de mi tema para esta semana, que tiene un título un poco extraño “Dios en un casamentero”, en esta serie de charlas mi plan es mostrarle el propósito de Dios para el matrimonio y cómo puede ajustarse a este plan.En mi charla introductoria de ayer enfaticé que la Biblia le da mucha más importancia al matrimonio de lo que la mayoría de nosotros pudiéramos notar, mencioné tres maneras en que la Biblia enfatiza la importancia del matrimonio.Primero, la historia humana empieza y termina con una boda; empieza en el huerto del Edén con la boda de Adán y Eva, y termina con el gran clímax de la historia, la cena de bodas del cordero.Segundo, el matrimonio simboliza la relación de Cristo con su iglesia, la relación de un esposo humano con su esposa es, en lo espiritual, un patrón de la relación de Jesucristo con su iglesia.Tercero, Dios mismo protege la santidad del matrimonio, Él declara “a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios”. Hay un énfasis especial en que Dios mismo intervendrá en el juicio contra aquellos que quebranten la santidad del matrimonio.
Hoy hablaré sobre el modelo de Dios del matrimonio, como está revelado en la creación y reforzado por las enseñanzas de Jesús; veremos primero las enseñanzas de Jesús y encontraremos que nos llevan al propósito de Dios en la creación. La regla de Jesús como referencia para lo que el matrimonio debe ser, se deriva directamente de la revelación del propósito de Dios al crear a los seres humanos.Para resumir las enseñanzas de Jesús, leeré una sección de mi libro “El pacto de matrimonio”, leeré de las páginas 20 y 21.
La esencia de las enseñanzas de Jesús sobre el matrimonio está contenida en una conversación que Él tuvo con algunos fariseos, que está registrada en Mateo 19 del 3 al 9:
3 Y se acercaron a Él algunos fariseos para probarle, diciendo: ¿Es lícito a un hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo? 4 Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra, 5 y añadió: «Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne»? 6 Por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe. 7 Ellos le dijeron*: Entonces, ¿por qué mandó Moisés darle carta de divorcio y repudiarla? 8 Él les dijo*: Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió divorciaros de vuestras mujeres; pero no ha sido así desde el principio. 9 Y yo os digo que cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, y se case con otra, comete adulterio.
Podemos resumir la enseñanza de Jesús en este pasaje en cuatro declaraciones sucesivas:
- La forma de matrimonio que se había aceptado en Israel bajo el judaísmo estaba por debajo del nivel de la voluntad de Dios.
- El propósito real de la voluntad de Dios para el matrimonio fue expresado cuando El creó originalmente al hombre y a la mujer.
- En la unión inicial del hombre y la mujer, ellos estaban tan perfectamente que perdieron sus identidades separadas y se hicieron “una sola carne”.
- Es el propósito de Jesús restaurar el matrimonio en las vidas de sus discípulos al patrón original revelado en la creación.
Es importante saber que cuando Jesús fue interrogado acerca del matrimonio, El no hizo referencia inicialmente a la ley de Moisés sino al relato de la creación. Por supuesto esto fue con relación a Dios, Su Padre. Jesús siempre aceptó como valido el patrón original de su Padre para el matrimonio.
Por lo tanto, tenemos que ver el registro de la creación en los primeros capítulos de Génesis para descubrir con más exactitud y más detalle el propósito y modelo de Dios para el matrimonio, tomando en cuenta que Dios nunca cambia. Su propósito y su modelo para hoy son aún los mismos como lo fueron en la creación. El hombre quizás haya querido bajar el estándar, pero Dios nunca ha cambiado, Él todavía se mantiene igual.
Leamos en Génesis 2, empezando en el versículo 18, quiero destacar cuatro verdades muy importantes: La primera es que el matrimonio fue la decisión de Dios y no de Adán. Génesis 2:18 dice:
18 Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea
Dios vio la necesidad y determinó suplirla a su manera; fue Dios y no Adán, quien pensó que este debía tener una compañera.
La segunda verdad, Dios formó a Eva de Adán, Génesis 2:21-22:
21 Entonces el Señor Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y este se durmió; y Dios tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar. 22 Y de la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre
Así que la segunda verdad es que Dios formó a Eva de Adán. Adán no tuvo nada que ver con ese proceso. Fue totalmente la obra de Dios. Dios supo que tipo de ayuda necesitaba Adán y tomó la responsabilidad de crear una ayuda idónea para él.
La tercera verdad también está en esos versículos que leí, es esta, Dios fue quien la presentó a Adán, Adán no buscó una esposa, no buscó en el huerto preguntándose: ¿Dónde encontraré una esposa?, sino que Dios le trajo su esposa.Leamos ese versículo nuevamente:
22 Y de la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre
La cuarta verdad es que Dios estableció los términos de la relación de pacto, esto está en Génesis 2:24, estas palabras fueron habladas por Dios mismo:
24 Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Otra versión bíblica dice “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se aferrará a su mujer”. Primero tiene que dejar y luego aferrarse. Es la manera establecida por Dios. Un hombre es liberado de cualquier otro compromiso y relaciones que estorbarían su relación con su esposa. La relación con su esposa debe tener prioridad sobre toda otra relación.El deja, y habiéndolo dejado, se aferra a otro ser. Un hombre que nunca deja no puede aferrarse. En otras palabras, Dios le da prioridad a esta relación sobre todas las otras relaciones. El hombre dejará a sus padres y se aferrará a su esposa, y el propósito principal es la unidad, serán una sola carne.
Repasaré brevemente esas cuatro verdades relacionadas con la creación de Adán y Eva y su matrimonio. Las cuatro verdades son estas:
- 1. El matrimonio fue decisión de Dios y no de Adán.
- 2. Dios formó a Eva de Adán.
- 3. Dios trajo a Eva y le presentó a Adán.
- 4. Dios estableció los términos para su relación, debían aferrarse el uno al otro y estarían unido de tal manera para ser una sola carne.
Es mi convicción personal, con base en las enseñanzas de Jesús y en mi experiencia, que estos principios nunca fueron descartados por Dios sino que representan su patrón para el matrimonio, en primer lugar en la creación y aún continúa siendo así. Si se permite que Dios tenga la preeminencia en nuestras vidas, las mismas cosas ciertamente se darán como en el tiempo de la creación.Veamos por un momento lo que esto implica:
Primero, la iniciativa es de Dios. Creo que los creyentes comprometidos no toman su decisión acerca del matrimonio, sino es Dios quien la toma. Él toma la iniciativa, toma la responsabilidad y escoge.
Segundo, el proceso de formar a la esposa para el esposo es la responsabilidad de Dios. Si las esposas vieran eso, les ayudaría a tener más respeto y reverencia por la obra de Dios en sus vidas y esto a su vez les ayudaría a ser mejores esposas. También creo que los hombres necesitan ver que Dios acepta la responsabilidad de proveer la ayuda idónea para el creyente comprometido.
Tercero, fue Dios quien los unió, y creo que ese es el plan de Dios para hoy. Cuando Dios quiere unir a un hombre y una mujer y sus vidas están comprometidas con Él, Dios arreglará las circunstancias para juntarlos. Dios nunca deja la iniciativa de estas cosas tan importantes en manos de los hombres. Él toma la responsabilidad y la iniciativa.
Finalmente, Dios ha determinado los términos de la relación. Estos son: Dejar a sus padres, aferrarse a su mujer y ser una sola carne con ella. El matrimonio no es un experimento, es un compromiso total de dos personas, la una con la otra.Es absurdo hablar del “matrimonio como una prueba”. Eso es negar el significado del matrimonio. El matrimonio no es una prueba, este es un compromiso. Hay una separación completa de los padres y un aferrarse totalmente a otro ser. Las personas que no estén dispuestas a hacer esto no pueden tener un matrimonio en el nivel que Dios lo ha establecido. Como lo dije antes, Dios nunca ha bajado su estándar.
Repasemos estas cuatro verdadesLa iniciativa es de Dios.El proceso de formación le corresponde a Dios.La unión la trae Dios.Los términos de la relación son establecidos por DiosNuestro tiempo por hoy ha terminado, regresaré mañana a la misma hora, para hablar sobre otro aspecto importante de este tema, el llamado a permanecer soltero.Dios es un casamentero – 1El llamado a permanecer soltero
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