Me alegro de estar con usted nuevamente para continuar con mi emocionante tema de esta semana “El Espíritu Santo en usted”.

En mi charla introductoria de ayer enfaticé que el Espíritu Santo es una persona, tanto como el Padre y el Hijo. Dios mediante el Espíritu Santo es omnisciente y omnipresente. En términos teológicos significa que Dios lo sabe todo y que está presente en todas partes a la vez a través del Espíritu Santo.

Además, ayer resumí la actividad del Espíritu Santo desde la eternidad.
Primero dije que el Espíritu Santo estuvo activo en la creación. El Espíritu de Dios se movía sobre las aguas y la Palabra de Dios salió, y al unirse los dos juntos originaron la creación. Luego le mostré como el Espíritu Santo inspiró y dio poder a todos los hombres del Antiguo Testamento: líderes, reyes, jueces, cantores, artistas y profetas. Todos los hombres que habían servido aceptablemente a Dios fueron inspirados, dirigidos y habilitados por el Espíritu Santo.

Hoy hablaremos acerca de la función del Espíritu Santo en el ministerio y la enseñanza de Jesús. Primero necesitamos ver que Juan el bautista, quien vino específicamente para presentar a Jesús y preparar el camino para su ministerio, lo presentó con un título en particular: El que bautiza en el Espíritu Santo.
Mateo 3:11:

11 Yo, en verdad, los bautizo a ustedes con agua para arrepentimiento, pero Aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitar las sandalias; Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. (NBLA)

Note la diferencia entre Jesús y todos los hombres que habían venido antes que él “El los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”. Este ministerio de Jesús como el que bautiza en el Espíritu Santo se menciona en los cuatro evangelios. La Biblia le da mucha importancia a esto.
También encontramos que el Espíritu Santo fue la única fuente de poder en todo el ministerio de Jesús. Él nunca predicó, u obró un milagro, hasta que el Espíritu Santo vino sobre Jesús en el río Jordán tras el bautismo de Juan. Esperó a que el Espíritu Santo viniera sobre él.

En el libro de Hechos, capítulo 10:38, Pedro, hablando a la multitud reunida en la casa de Cornelio, describió el ministerio de Jesús de la siguiente manera:

cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con Él.

El poder y la fuente del ministerio de Jesús en la tierra fue el Espíritu Santo. Hemos señalado anteriormente que Dios se revela como un Dios trino, tres personas, un Dios: Padre, Hijo y Espíritu. En este versículo las tres personas son identificadas, Dios Padre ungió a Jesús, el Hijo con el Espíritu Santo. Siempre me impacta que, la sanidad fuese el resultado de la totalidad de Dios en acción al nivel de la humanidad: “anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo”.
Esto es el secreto y la fuente del ministerio de Jesús.

Aún después de la resurrección, Jesús todavía dependía del Espíritu Santo. Este es un hecho digno de notar. En Hechos capítulo 1, versículos 1 y 2, el autor Lucas, que también escribió el Evangelio de Lucas, comienza con estas palabras:

1En el primer relato [el libro de Lucas], estimado Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2 hasta el día en que fue recibido arriba en el cielo, después de que por el Espíritu Santo Él había dado instrucciones a los apóstoles que había escogido.

Lucas se refiere al ministerio de Jesús durante los cuarenta días que trascurrieron entre su resurrección y su ascensión. Dice que Jesús por el Espíritu Santo había dado instrucciones a los apóstoles. Jesús es nuestro modelo de total dependencia del Espíritu Santo. El dependió del Espíritu Santo para recibir el poder de hacer milagros, e impartir sus enseñanzas; El nada hizo independientemente del Espíritu Santo. Él es nuestro ejemplo. El desafío del ministerio de Jesús es depender del Espíritu Santo como Él lo hizo.

Jesús no solo anduvo en el poder del Espíritu Santo en todo su ministerio, también prometió que sus discípulos recibirían el mismo Espíritu Santo que le había dado poder e inspirado.
En Juan 7:37-39, leemos:

37 En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: «Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba. 38 El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva”». 39 Pero Él decía esto del Espíritu, [Con E mayúscula, el Espíritu Santo] que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.

Aquí hay un contraste sumamente dramático. Primero se nos presenta a un hombre sediento, “Si alguien tiene sed”. Luego por la venida y la morada del Espíritu Santo este mismo hombre que había estado sediento y que no tenía suficiente para sí mismo, llega a ser un canal de “ríos de agua viva”. Ya no tiene necesidad, sino es una fuente de provisión mediante el Espíritu Santo. Vemos que para cada creyente el Espíritu Santo ha de ser un recurso ilimitado.

El autor del Evangelio aclara inmediatamente que, aunque la promesa fue dada durante el ministerio terrenal de Jesús, no sería cumplida hasta después de que Jesús hubiera sido glorificado. Él dice: “porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado”. (NBLA)

En Juan capítulo 14, versículo del 15 al 18, Jesús dice a sus discípulos:

15 »Si ustedes me aman, guardarán Mis mandamientos. 16 Entonces Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Consolador para que esté con ustedes para siempre; 17 es decir, el Espíritu de verdad, [ Ese es uno de los títulos del Espíritu Santo, el Espíritu de verdad] a quien el mundo no puede recibir, porque ni lo ve ni lo conoce, pero ustedes sí lo conocen porque mora con ustedes y estará en ustedes. 18 No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes (NBLA)

Aquí hay algunos puntos importantes que necesitamos notar:
Primero, Jesús dice: “Él Padre… les dará otro Consolador”, ¿Cuál es el significado de la palabra “otro” en ese contexto? … Significa que Jesús como una persona había estado con los discípulos por tres años y medio. Él dice, en efecto: “Ahora, como una persona los voy a dejar. Pero cuando yo me vaya, otra persona, el Espíritu Santo, vendrá en mi lugar”.
Segundo punto, Él usa una palabra en particular para describir al Espíritu Santo, que se traduce “consolador”. La palabra griega es “parakletos”, algunas versiones católicas la traducen “paráclito”. Un “paracletos” es alguien llamado a nuestro lado para que nos ayude. Otras traducciones conocidas son: abogado defensor, consejero, y ayudador.
Aquí, tenemos tres conceptos relacionados: abogado defensor, consejero, y ayudador.
Tercer punto, Jesús continúa para señalar que el Espíritu Santo permanecerá con los discípulos para siempre. De nuevo vemos que hay una diferencia en su propia relación con los discípulos. Él está diciendo básicamente: “He estado con ustedes por un corto tiempo de tres años y medio. Ahora me voy y sus corazones están desconsolados. Sienten que se van a quedar sin ayuda, pero les enviaré otro consolador, otro ayudador, el Espíritu Santo, y cuando El venga jamás los dejará, El permanecerá con ustedes para siempre”.

Luego Él dice: “No los dejaré huérfanos, vendré a ustedes”. La implicación es que sin el Espíritu Santo, ellos hubiesen quedado huérfanos, sin que nadie los cuidara, los ayudara o los instruyera. Pero mediante el Espíritu Santo les fue dada una provisión total.

Un poco más adelante en el mismo discurso, en Juan 16:7, Jesús vuelve a este tema:

7 »Pero Yo les digo la verdad: les conviene que Yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a ustedes; pero si me voy, se lo enviaré.

En Juan 16:12 al 15, Jesús regresa una vez más a este tema vital:

12 »Aún tengo muchas cosas que decirles, pero ahora no las pueden soportar. 13 Pero cuando Él, el Espíritu de verdad venga [Jesús enfatiza la personalidad del Espíritu Santo por usar el pronombre personal “ÉL”], los guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber lo que habrá de venir. 14 Él me glorificará, porque tomará de lo Mío y se lo hará saber a ustedes. 15 Todo lo que tiene el Padre es Mío; por eso dije que Él toma de lo Mío y se lo hará saber a ustedes.

Desde que esa promesa fue cumplida, el Espíritu Santo es el representante personal de la Deidad que reside en la tierra. Él es el intérprete, el revelador y el administrador en lugar del Padre y del Hijo. Jesús dice: “Él toma de lo Mío y se lo hará saber a ustedes”. Luego añade: “Todo lo que tiene el Padre es Mío”. El Espíritu Santo es el intérprete, el que revela y es el administrador de todo lo que el Padre y el Hijo tienen, todo es revelado, interpretado y administrado por el Espíritu Santo. Él es el representante personal de la Deidad que reside en la tierra.

Nuestro tiempo de hoy ha terminado, regresaré mañana a la misma hora, para hablar de lo maravilloso que sucedió cuando vino el Espíritu Santo en el día de Pentecostés.
El Espíritu Santo en usted – 1
¿Qué ocurrió el día de Pentecostés?

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